Para esta primera tarea de la segunda unidad, nos solicitan escribir una breve carta dirigida a una amiga o un amigo al que hace años que no ves, a un profesor que fue especial para ti o a alguien que haya tenido un papel importante en tu vida. Cuéntale en qué estás trabajando actualmente, qué es lo que más te gusta y disgusta de tu trabajo, cuáles son tus mayores fortalezas y debilidades y en qué has mejorado en los últimos años.....
Querida Ana:
Espero que todo continúe bien, y que tu familia y tú estéis bien de salud y animadas a pesar de esta situación extraña que nos ha tocado vivir.
Me ha hecho mucha ilusión recibir noticias tuyas, y saber que tú también estás trabajando de profesora.
¿Cómo empezar a contarte sobre todo lo que me ha ocurrido en estos últimos años?
Como sabes, después de unos años trabajando con arquitecta y estudiando Bellas Artes, y tras aquella beca en Madrid, me decidí a realizar una formación específica como profe de ELE gracias al consejo de unos amigos, el run run de la docencia me acompañaba desde la época de Pontevedra, momento en el que tras licenciarme como arquitecta hice el CAP, por lo que pudiera darse en el futuro.
Esta formación específica como profesora de ELE, me llevó a darme cuenta de lo mucho que me satisfacía la idea de trasmitir conocimientos y también me dio la oportunidad de conocer a colegas maravillosos que me han acompañado a lo largo de este proceso de transformación profesional.
He pasado estos tres últimos años en Lisboa, una ciudad magnífica, dando clases de español a todo tipo de perfiles desde adolescentes en escuelas de formación profesional e institutos, a jóvenes universitarios en postgrados internacionales hasta a personal vinculado a la gestión y a la dirección de empresas internacionales o a instituciones públicas de aquel país, y después de este tiempo siento que quizás como profe he contribuido al aprendizaje de todos esos alumnos, pero no saben ellos lo mucho que siento que han contribuido en mi desarrollo personal y profesional. Te diría que aunque no ha sido fácil, me he divertido mucho, y que en resumen ha sido un camino bien grato.
En la actualidad, tras una carambola del destino, estoy en Madrid impartiendo clases de Matemáticas en un Instituto de Secundaria, muy feliz, porque por fin puedo poner en práctica muchas de las cosas aprendidas durante estos últimos meses de confinamiento, tiempo que he aprovechado para formarme.
Lo que más me apasiona de este nuevo trabajo es el día a día, la rutina en sí, el formar parte de un equipo y de que ese engranaje funcione y lo haga bien, ver las caras de los chiquillos, la satisfacción de notar que están adquiriendo nuevos conocimientos o de que han entendido algo o han modificado un comportamiento, es algo incomparable a cualquier otra satisfacción a nivel profesional. Quizás lo que menos, los cambios y medidas ocasionadas por esta pandemia, que hacen que la incertidumbre habitual se vea multiplicada por mil. Organizar este tipo de situaciones en los centros no es fácil y aunque el esfuerzo es grande por parte de todos, siempre se puede mejorar.
Para concluir, confesarte que continúo siendo una persona bastante impaciente y exigente, y sé que debo limar esas asperezas, pero siento que he aprendido a observar y escuchar más de lo que lo hacía, y que mi temple se ha ido equilibrando con los años. Debo seguir trabajando en el control de mis emociones, y bueno como sabes, aunque con los años me he vuelto más organizada, nunca ha sido uno de mis fuertes.
Espero noticias tuyas, cuídate mucho hasta vernos.
Se despide de ti, con mucho cariño.
Tu amiga.